Perspectivas estratégicas en la construcción partidaria (2a parte)

 El PRT, nuestra organización, la pandemia y el confinamiento.

Este problema producto del confinamiento también afecta la construcción partidaria para mantener la continuidad orgánica, independencia y formación sin experiencias en la movilización y organización social pero también sin reuniones presenciales partidarias. Aunque el acceso a las nuevas tecnologías para la comunicación no son al nivel del partido un problema tan grande como al nivel social el reto está planteado. Este año y medio, sin embargo, el recurrir a la comunicación y reunión virtuales ha permitido de una manera u otra sí mantener el contacto e identidad entre la militancia del PRT. E incluso a un nivel mayor de camaradas en la participación en debates, instancias o iniciativas de la Cuarta Internacional que también ha tenido que recurrir a la comunicación y reunión virtuales. Sin reuniones presenciales ni prensa escrita hemos podido mantener la comunicación con la mayoría de camaradas en muchas ciudades del país. Incluso continuar realizando exitosas reuniones, cursos y escuelas de formación política y hasta cierto reclutamiento. Todo esto debería suponer una formación y consolidación de cuadros que permitan en un futuro, que esperamos sea pronto, una mayor y más eficaz participación en los movimientos y luchas sociales. Eso será fundamental. Ciertamente tenemos una responsabilidad como partido para no exponer a camaradas al contagio e incluso a la muerte (son muchos compañeros y compañeras que no solo se han contagiado sino incluso muerto en este tiempo). Pero también tomando las medidas pertinentes no permitir que avance el miedo paralizante de la acción política en un momento en que la crisis, al mismo tiempo, se profundiza.

Hay que tomar en cuenta que con nuevas cepas hay nuevas olas de contagio ahora mismo. Pero tampoco es posible esperar a la “nueva normalidad” en que supuestamente esta situación cambia pues ya se empieza a reconocer que la pandemia se transforma en un mal endémico con el que tendremos que vivir en el futuro.

Por eso decimos que hay que mantener el contacto y las reuniones virtuales en lo que pasamos a reuniones hibridas y luego, eventualmente presenciales. La necesidad de un congreso nacional para discutir todos estos temas enfrenta este problema que lo dificulta para realizarse a corto plazo. Pero tampoco dejar las reuniones virtuales y comunicación exclusivamente con el Comité Político y las iniciativas de la dirección (como escuelas y conferencias) sino intentar a nivel local, lo que sería el funcionamiento de células o comités regionales, hacerlo también en forma virtual para mantener cierta organicidad. Camaradas de Ciudad Juárez o de Morelia, por ejemplo, ya tienen reuniones regulares de forma virtual entre ellos. Hay que generalizarlo, al mismo tiempo que mantenemos iniciativas desde la dirección para reunir o comunicarse con más camaradas.

Durante los peores momentos de la pandemia las diversas iniciativas desde la dirección, especialmente del CP, organizando conferencias, mesas redondas, encuentros, escuelas de cuadros, permitieron el contacto con camaradas de todo el país desde estas iniciativas centrales. El reto ahora es que estos contactos se den localmente entre camaradas de las mismas ciudades o sectores de intervención, sin esperar la iniciativa desde el CP. Es una vía necesaria para restablecer las células y sus reuniones regulares, independientemente de actividades centrales convocadas por el CP.

Nuestra participación es cada vez más activa con la Cuarta Internacional como vía de formación militante integral y como instrumento de construcción partidaria y referencia política en el movimiento.

El haber logrado mantener la coordinación y comunicación, así como la elaboración de línea política en el PRT, pese al confinamiento y por medio de la comunicación virtual ha sido muy importante no solamente para mantener la identidad partidaria pero también aprovechar estas condiciones para desarrollar la formación política de nuevos cuadros. Al igual que los movimientos como tales que necesitan la experiencia directa en la lucha de clases, nuestras compañeras y compañeros nuevos cuadros partidarios requieren también la experiencia nuevamente de la participación directa “presencial” en el movimiento real con sus contradicciones y retos. Entre una pandemia que continúa aumentando los contagios y que tiende a convertirse en mal endémico al mismo tiempo que hay reanimamiento de las luchas en la calle, mientras continúa y se profundiza la crisis -hasta en el terreno político- urge que con el cuidado necesario la militancia actual tenga nuevamente ese contacto directo con el movimiento.

En el terreno de la construcción partidaria este problema ha generado alguna discusión sobre el tema del reclutamiento y crecimiento del partido. Después de constatar, por ejemplo, que hay un nuevo ascenso de la lucha de las mujeres y una nueva generación feminista, movimientos del que somos parte históricamente, parece desprenderse como lógica conclusión que hay una oportunidad importante para que en el seno de un movimiento de masas como éste podamos crecer rápidamente. Y algo similar ocurre con los movimientos ecosociales. Pero resulta que la mayoría de integrantes hoy del PRT es una nueva generación que ha llegado a contracorriente del sentimiento antipartido y antipolítica que se ha impuesto en la sociedad, incluso especialmente en sectores radicalizados. Entonces no es solamente que las nuevas generaciones  llegan con poca experiencia partidaria, de vida partidaria, desde el funcionamiento en células, el pago de cuotas y venta de publicaciones partidarias, pero en este terreno también faltándole la experiencia de reclutamiento partidario. Es más fácil reincorporar a antiguos camaradas con esa experiencia a nuevos o a que estos nuevos y nuevas sepan cómo reclutar a más camaradas que se atrevan a hacerlo, pese a que logren tener presencia en el movimiento y sean reconocidas o reconocidos como PRT.

Es por esta contradicción y preocupación de aprovechar las condiciones que se han abierto para el crecimiento que se ha planteado impulsar estructuras para partidarias en el movimiento que faciliten y aceleren el acercamiento al partido.  Es un debate abierto pues en el movimiento de mujeres nuestra opción ha sido diferente a la de otras corrientes que crean ese tipo de estructuras (Pan y Rosas o Rosas Rojas o Mujeres con Voz de Maíz). Nuestra apuesta ha sido más bien la de participar directamente en las instancias unitarias del movimiento, siendo parte del movimiento y no distinguiéndonos como grupo aparte para tratar de ganar autoridad, influencia, reconocimiento, como parte misma del movimiento. En realidad, la disyuntiva es similar al participar en otros movimientos sociales. Privilegiamos el participar en las instancias unitarias del movimiento. En el caso de las luchas ecosociales sería el equivalente a crear un grupo identificado con nuestras posiciones sobre el ecosocialismo que asegura una labor de difusión y propaganda, así como formación de cuadros aunque lo que necesitamos también es que militantes del PRT participen en las luchas ecosociales, desde las comunidades en lucha. Tenemos nuevas oportunidades para recuperar presencia y trabajo en el movimiento campesino, especialmente por medio de la UGOCP, pero también implica involucramiento directo de militantes del partido.  En el caso del feminismo, la propuesta que se ha planteado en esta discusión es crear también un grupo feminista identificado con nuestras posiciones que facilite la integración y organización de más mujeres camaradas y que responda ante la ausencia de instancias regulares y funcionando del PRT por zonas o sectores a donde integrar a quien coincide con nuestras posiciones. Pero implica una discusión complicada pues de algún modo es un cambio en la forma de intervención directa en el movimiento y sus instancias organizativas propias del movimiento y no como hacen otras corrientes con estructuras parapartidarias. Ante la necesidad urgente de organizar de algún modo a compañeras o compañeros que se acercan al partido y sus posiciones ha habido la tentación equivocada de que, como no funciona una célula, integrar a compañeras o compañeros directamente al Comité Político o a otras instancias de dirección partidaria. La cuestión de estructuras parapartidarias no se trata de una discusión principista, sino de diversas tácticas de construcción, incluso que no necesariamente son contradictorias, pero que conviene abordar ya. La cuestión es que sí implican un cambio en la forma de intervención que hemos privilegiado en el movimiento feminista y amplio de mujeres que ha sido por la vía de las estructuras unitarias, propias, del movimiento.

En lo que no hay cambio ni discusión es continuar la construcción del movimiento feminista y de mujeres amplio bajo la perspectiva estratégica de la autonomía. Por supuesto que la defensa y propuesta de la autonomía del movimiento es diferente de la línea política del llamado autonomismo con el cual discrepamos así como su contrapropuesta en el terreno de la organización de la lucha que conduce a la contradicción de “la tiranía de la falta de estructuras”

Las elaboraciones y discusiones en el seno de la Internacional sobre América Latina son fundamentales para el análisis de las fuerzas sociales y políticas en la región, así como perspectivas políticas pero también lo son con respecto al movimiento de mujeres y el feminismo. La resolución sobre el nuevo ascenso del movimiento de mujeres y el feminismo aprobada por el Comité Internacional es un insumo necesario para nuestra elaboración pero además tiene la virtud que se elaboró y redactó colectivamente por camaradas de todo el mundo, incluidas por supuesto las de la CTF del PRT, durante más de un año y en seminarios, escuela y discusiones tanto de la Cuarta como del PRT. Varios temas necesarios en la discusión de perspectivas estratégicas en México abrevan de estas elaboraciones de la Internacional, desde el PIM hasta las Mareas Verdes pasando por los temas de violencia.

Los avances programáticos en la crisis para una salida anticapitalista, anticolonial, antipatriarcal y ecosocialista se expresa en los encuentros populares convocados por la NCT, especialmente bajo el lema “Por la salud, la vida y el trabajo” y apuntan a la reconstrucción y actualización de nuestro programa. Pero como hemos dicho antes, esta actualización programática no implica la redacción rápida en un cubículo de un manifiesto o la codificación de un programa de acción. Implica un proceso de retroalimentación con el propio movimiento como lo hemos visto en las asambleas y encuentros populares convocados por el SME y la NCT. Ahí es donde contribuimos también señalando el papel estratégico de las campañas por la supresión de las patentes de las vacunas contra el COVID, por la suspensión del pago de la deuda pública y la renta básica universal.

En el terreno político, en el proyecto de resolución política nacional apuntamos nuestras posiciones frente a las iniciativas del gobierno en torno a sus siguientes prioridades, la reforma electoral (en realidad la reforma del INE), la reforma sobre la Guardia Nacional (la seguridad pública y el papel actual de las fuerzas armadas), además de la iniciativa de reforma eléctrica que ya hemos abordado también aquí.