¡Fuera Kadafi! ¡Solidaridad con la revolución en Libia!: IV Internacional

 

DECLARACION DE LA IV INTERNACIONAL

 

¡SOLIDARIDAD CON LA REVOLUCION LIBIA !

¡FUERA KHADAFI !

 

 

La onda de choque de las revoluciones de Túnez y Egipto sigue propagándose en todo el mundo árabe y más allá. Desde hace varios días, es ahora  Libia que se encuentra en el centro de la tormenta revolucionaria. Los acontecimientos están cambiando día a día, hora a hora, pero todo depende ahora de la extraordinaria movilización del pueblo libio. Cientos de miles de libios se levantan, a menudo con sus propias manos desnudas, para tirar a la dictadura de Gaddafi. Ciudades y regiones enteras han caído en las manos del pueblo insurgente. La respuesta de la dictadura ha sido implacable: la represión despiadada, las masacres, bombardeos de poblaciones con armas pesadas y ataques aéreos. Hoy en día es una lucha a muerte entre el pueblo y la dictadura. 


Una de las características de la revolución libia en comparación con las revoluciones de Túnez y Egipto, es el estallido del aparato policiaco y militar, el enfrentamiento en el seno del ejército,  la división territorial de la confrontación entre las regiones y las ciudades controladas por los insurgentes y la región de Trípolisostenida por la fuerza de la dictadura militar. La dictadura en Libia representa todas las injusticias sociales y democráticas, la represión, la violación de las libertades y derechos elementales. La dictadura debe caer.
La revolución en Libia es parte de un proceso que abarca a todo el mundo árabe y más allá, en Irán o China. Los procesos revolucionarios en Túnez y Egipto se radicalizan. En Túnez, los gobiernos caen uno tras otro. La juventud y las organizaciones obreras llevan cada vez más lejos su movimiento. Todas las formas de continuidad del antiguo régimen están siendo cuestionados. La demanda de una asamblea constituyente opuesta a todas las operaciones de sabotaje del régimen toma cada vez más fuerza. En ambos países, Túnez y Egipto, el movimiento obrero se reorganiza al calor de una ola  de huelgas por la satisfacción de demandas sociales vitales. Este ascenso revolucionario toma formas particulares y desiguales según el país: violentos enfrentamientos en Yemen, en Bahrein, manifestaciones en Jordania, en Marruecos y en Argelia. Incluso Irán está, de nuevo,  tocada por un brote de lucha y manifestaciones contra el régimen de Ahmadinejad y por la democracia. 
Es en este contexto que la situación en Libia reviste una importancia estratégica. Esta nueva alza incluye ya cambios históricos , pero su desarrollo puede depender de la Batalla de Libia. Si Gadafi toma el control de la situación con miles de muertes, el proceso será frenado, incluso el contenido bloqueado. Si Gadafi cae, todo el movimiento será tanto estimulado como amplificado. Es por eso que todas las clases dominantes, todo los poderes, todos los regímenes reaccionarios en el mundo árabe apoyan en mayor o menor medida la dictadura libia. 
Es en este contexto que el imperialismo de EE.UU., la Unión Europea y la OTAN  multiplican las maniobras para tratar de controlar el proceso. Las revoluciones en curso debilitan, más allá de los discursos de unos u otros, las posiciones del imperialismo occidental. Entonces, como de costumbre, el imperialismo toma como pretexto "una situación de caos", como él lo llama, o de "catástrofe humanitaria", para preparar una intervención y recuperar el control de la situación. Nadie debe dejarse engañar sobre los objetivos de la potencias de la OTAN: quieren confiscar las revoluciones en curso en los pueblos de la región, e incluso sacar ventaja de la situación, para ocupar nuevas posiciones, especialmente en el control de las regiones petroleras. Por esta razón es fundamental rechazar cualquier intervención militar del imperialismo de EE.UU.. Es el pueblo libio, el que inició este proceso el que debe llevarlo hasta el fin, con el apoyo de los pueblos de la región y todas las fuerzas progresistas a nivel internacional que contribuyen con su solidaridad y apoyo. 
Desde este punto de vista, estamos en total desacuerdo con las posiciones adoptadas por Hugo Chávez, Daniel Ortega y Fidel Castro. Fidel Castro denunció el riesgo de la intervención del imperialismo de EE.UU. en lugar de apoyar la lucha del pueblo libio. En cuanto a Hugo Chávez reiteró su apoyo al dictador Gaddafi. Estas posiciones son inaceptables por las fuerzas revolucionarias, progresistas y antimperialistas del mundo entero. No nos oponemos al imperialismo mediante el apoyo a dictadores que masacran a sus pueblos en revolución. Esto sólo puede reforzarlos. La tarea fundamental del movimiento revolucionario, a escala internacional, es la defensa de la revolución y oponerse al imperialismo mediante el apoyo a estas revoluciones no a los dictadores. 
Nos ponemos al lado del pueblo libio y las revoluciones árabes en curso. Nuestra solidaridad incondicional debe expresarse con los derechos civiles, democráticos y sociales que surgen en esta revolución. Una de las prioridades es apoyar a todas las ayudas para el pueblo libio, la ayuda médica proveniente de Egipto o Túnez, la ayuda alimentaria necesaria - para exigir el cese de todos los contratos comerciales con Libia y el cese de todas las entregas de armas. Se debe impedir la masacre del pueblo libio. 
¡Solidaridad con las revolución árabes! 
¡Apoyo al pueblo de Libia! 
 ¡No a la
intervención imperialista en Libia! 
¡Libia no debe ser tocada!

El 02 de marzo 2011 
                            
Buró Ejecutivo de la IV  Internacional