Declaración del CP del PRT a propósito de la renuncia de tres compañeros






DECLARACIÓN DEL CP DEL PRT

A PROPÓSITO DE LA RENUNCIA DE TRES COMPAÑEROS.

 

Los compañeros Samuel González, Max Alcántara y Diego Bautista han presentado en diciembre su renuncia al PRT. Los tres han sido parte del Comité Central del PRT desde el XII Congreso Nacional del partido, celebrado en agosto de 2010, que eligió una cuota importante de nuevos miembros de reciente incorporación al partido, entre los cuales estaban los que ahora renuncian.

 

Los compañeros, especialmente Samuel y Max, expresaron durante mucho tiempo cuestionamientos y discrepancias con posiciones del partido que discutieron en diversas instancias partidarias. En el contexto de la difícil situación política que vivimos en el país con la imposición fraudulenta de Peña Nieto y el balance hecho por el partido reivindicando la orientación que hemos seguido desde el Congreso de 2010 en que hablamos de dos rutas en la construcción del partido, los compañeros sacan un balance diferente y crítico en que consideran no tener condiciones para continuar un debate en el partido ni para enfrentar la situación política marcada por la imposición priísta desde el PRT al que consideran que tiene “una capacidad de incidencia en los movimientos y luchas de los trabajadores del país... ínfima y se encuentra mal coordinada, situación que durante años no se ha logrado transformar”. Como los compañeros afirman que se salen del PRT por esas razones y no por estar comprometidos con otro proyecto de organización ya existente o que quieran impulsar, es que dejan abierta la puerta para “un posible reencuentro bajo condiciones políticas diferentes en el futuro” pues dicen “nos reconocemos en el mismo proyecto histórico”.
 

Ciertamente la militancia partidaria revolucionaria parte de una decisión voluntaria e individual. Es frecuente que ante una situación política de mayor complicación y aparente dificultad, el entusiasmo inicial de camaradas jóvenes pero con poca experiencia partidaria decaiga para dar paso a una relativa desmoralización o dudas sobre las posibles perspectivas de la lucha y de la construcción partidaria. Nadie puede ser obligado a continuar un compromiso militante que es voluntario pero que requiere además de convicción, ánimo para enfrentar las tareas en condiciones diferentes a las que quizá algunos previeron. Paradójicamente para nosotros destaca el hecho de que sintiéndonos parte del hartazgo político y social que provoca la situación actual, al mismo tiempo vemos por delante importantes posibilidades de desarrollo para la izquierda revolucionaria y también en general para el movimiento opositor al neoliberalismo y al régimen oligárquico a la cabeza del cual se encuentra ahora Peña Nieto. Por supuesto esto tiene que ver con que hacemos un balance diferente tanto de nuestras posiciones durante estos años, así como del desarrollo del propio movimiento de masas.
 

En su apresuramiento, los compañeros renunciantes  omiten en su análisis el contexto  mundial, haciendo a un lado una situación que puede repercutir  en las condiciones nacionales, tanto en lo que se refiere  a la evolución  de  la crisis económica, como también  en el curso de la lucha de clases. Las posibles repercusiones nacionales de esta situación también inciden para una visión menos pesimista que la que de algún modo representan los compañeros. Por ejemplo, desde el surgimiento del movimiento de los indignados y las luchas de trabajadores y jóvenes en Europa, Estados Unidos, Chile y Canadá, que examinábamos hace más de un año, estaban también los antecedentes innegables del nuevo movimiento estudiantil #yosoy132 surgido en mayo del 2012. De manera breve destacan de la situación internacional elementos como los siguientes.
 

La situación  está  marcada  por la crisis económica que se expresa  en  el  endeudamiento de los gobiernos  de los países europeos , su recesión económica - que aunque sea  pequeña se mantendrá  durante el 2013-  por  los planes de austeridad que se están imponiendo como “salida”, manteniendo el clima de inestabilidad económica  y como respuesta,  los grandes combates de los trabajadores europeos  que  el  pasado 14 de Noviembre  escalaron un peldaño  en su nivel de conciencia,   al situar su combate más allá  de los marcos nacionales con un llamado a la huelga general  en el contexto europeo, que se tradujo en huelgas  generales simultáneas en España, Portugal, Grecia e  Italia, incluyendo  movilizaciones en el conjunto de los países del “viejo continente “, abarcando también  la participación de los trabajadores  alemanes -en decenas de ciudades- a convocatoria  de la Confederación Sindical Europea con sede en Bélgica. Panorama que se dirige de más en más hacia situaciones prerrevolucionarias y revolucionarias  que pueden  devenir en una salida progresiva   de los trabajadores ante la descomposición e incapacidad del sistema capitalista en su conjunto. En estas condiciones el papel de los socialistas revolucionarios  y en particular de los marxistas revolucionarios, estará a prueba.

 

Al mismo tiempo en los países  árabes  del Medio Oriente y del norte de África, la lucha por la revolución democrática  continúa,  en países como Egipto o Túnez,  sin que se logre estabilizar la situación, pero esta vez con participación activa de trabajadores,  con llamados a huelgas generales, que puede darle una dirección consistente al proceso  ante la cobardía de una burguesía impotente para llevar adelante sus propias tareas democráticas. La burguesía  islámica y los residuos feudales, intentan detener el proceso revolucionario manteniéndolo  en una camisa de fuerza   con la perspectiva  de estados  islámicos-religiosos. Pero todavía nada está decidido. La lucha del proletariado europeo y  el combate de los trabajadores árabes están estrechamente ligados.

 

No solo a nivel nacional sino internacionalmente, aunque omiten referirse a esta situación en su renuncia, es probable que los compañeros tienen una lectura distinta de las posibilidades políticas que tenemos por delante.

 

Pero al mismo tiempo que respetamos la decisión individual de compañeros abrumados con las condiciones de lucha que se vislumbran y el balance negativo que hacen de nuestras posibilidades para continuar con esta lucha, debemos responder y precisar las diferencias sobre todo porque para justificar su salida en su crítica llegan a descalificar al propio partido y su desarrollo, más allá de quejas organizativas puntuales, o para lograr “politizar” y agravar las razones de su deserción partidaria inventan diferencias que no habían expresado antes o inventan hechos -o tergiversan su interpretación- para alimentar su polémica.
 

Desde nuestro punto de vista, lo que son verdaderas diferencias políticas en cuanto al balance de la política del partido estos años y sobre las perspectivas que vemos, son temas que podrían seguir discutiéndose en el marco partidario, como de hecho los compañeros lo han hecho todo este tiempo.
 

Hechos y datos tergiversados.
 

Hay sin embargo algunos puntos sobre los cuales se tergiversan hechos que conviene precisar porque son utilizados como diferencias pero enturbiando la discusión al falsearse hechos.

 

Por ejemplo, sobre la campaña de Martí Batres para candidato a Jefe de Gobierno del DF, a fines del 2011. En algún texto previo se decía que habíamos organizado un mitin a favor de Martí Batres lo que es falso. Ahora se corrige pero se insiste en que participamos en una elección interna del PRD, lo cual también es falso. Aunque Diego no estaba en México durante la campaña electoral, los compañeros podrían saber, si investigaran o si hicieran un esfuerzo de memoria, que no hubo elección interna en el PRD para decidir sobre la candidatura a Jefe de Gobierno como tampoco para el candidato presidencial. Había una tensión pública entre lo que representaban AMLO, por un lado y Marcelo Ebrard por el otro como posibles candidatos presidenciales. Desde el Congreso del PRT habíamos previsto que las posibilidades de una confrontación política con los candidatos de la oligarquía dependían de que el candidato presidencial fuera López Obrador y no Marcelo Ebrard, lo que de suceder impondría de inmediato una orientación conciliadora como lo mostraba el hecho de que desde 2009 Ebrard apoyó la alianza PAN-PRD en las elecciones locales. Por lo tanto, para nosotros no era indiferente quién quedara como candidato presidencial y por eso desde el Congreso del 2010 habíamos expresado nuestra decisión de apoyar a AMLO. Pero siendo esa nuestra posición no participamos en alguna elección interna del PRD para decidir ni la candidatura presidencial ni para Jefe del GDF, simplemente porque no hubo elección interna. Ese problema ni estaba planteado porque el PRD no hizo elección interna ni abierta, sino que simuló una consulta pública al anunciar que lo resolvería por medio de encuestas públicas. La candidatura presidencial se resolvió, en realidad, con el acuerdo de que AMLO fuera el candidato presidencial en el 2012 y éste permitía que Ebrard decidiera la campaña electoral en el DF. López Obrador apostó todo a la candidatura presidencial y se hizo a un lado prácticamente de la disputa por el resto de las candidaturas permitiendo que ésas se las repartieran las “tribus” del PRD. La decisión parecía muy grave en el caso del DF donde Mario Delgado aparecía, en ese momento, como el candidato de Ebrard por las consecuencias negativas que podría tener su candidatura dado el peso decisivo de esta entidad en el voto y apoyo a AMLO.
 

El cuestionamiento a Delgado, precandidato anodino y claramente identificado con la línea derechista de Ebrard, obligó a éste a sustituirlo por Mancera que no solamente no venía de la izquierda, ni siquiera del PRD, sino del aparato administrativo del GDF y especialmente de la Procuraduría. Para esta decisión tampoco hubo elección interna en el PRD, sino la pantalla de una encuesta que nadie vio. Un día antes de que se hiciera público el resultado de la supuesta encuesta y cuando ya se sabía que impondrían a Mancera como el candidato a Jefe del GDF, se realizó en la Alameda el ultimo mitin de campaña de Martí Batres. En ese mitin se evidenció el que siendo la Ciudad de México la entidad claramente influida en forma mayoritaria por la izquierda debido a una historia marcada por lo menos desde el 68, era una contradicción que el PRD aprovechara esa situación para postular al candidato que menos tenía que ver con esa historia. Frente a ello, Martí Batres representaba, como lo señalaron personalidades como Paco Ignacio Taibo II y Rosario Ibarra, el único que venía propiamente de la izquierda y sus luchas. En este acto de protesta frente a una decisión ya tomada a favor de Mancera es que como PRT dimos a conocer el pronunciamiento de Rosario Ibarra a favor de Martí Batres. Ni organizamos un mitin a favor de Batres ni participamos en una elección interna del PRD. Eso es falso. La posición política que expresamos tenía que ver con la decisión tomada desde el Congreso del PRT de 2010 de que para el cálculo político que habíamos hecho preferíamos la candidatura de AMLO que la de Ebrard y lo que éste representa.

 

Adicionalmente sobre este tema del acto de Martí Batres los compañeros firmantes de la renuncia, más allá del fondo de la decisión, critican la forma pues dicen que fue una decisión tomada de modo “unilateral”.

 

Esto también es falso, pues la decisión fue tomada el miércoles previo al mitin en el CP. El PRT pretende tener un funcionamiento que se basa en los principios del centralismo democrático, es decir el Congreso elige un CC y éste un Comité Político. En ausencia de un Congreso, el Comité Central o el CP tienen la facultad de tomar decisiones. No hacemos consultas populares para decidir. Esta es la forma que elegimos para funcionar y tanto el CC como el CP son responsables de las decisiones tomadas ante el siguiente congreso, que les podrá exigir cuentas. Si los compañeros tienen otra idea de funcionamiento, nunca hicieron una propuesta diferente. Podremos estar equivocados, pero es la forma en que tomamos decisiones.
 

Segunda falsedad. Se afirma que como consecuencia de una línea supuestamente de “pleitesía” a AMLO varios camaradas se salieron del PRT y fueron al PRD. Dice el texto “Caso ejemplar se expresa en los compañeros del estado de Durango, que recién ingresados al partido fueron electos como 'flamantes' miembros de su Comité Central solo para marcharse meses después al PRD. Esto mismo sucedió con camaradas que hacían doble militancia, en el PRD y el PRT, durante el periodo”. Los camaradas de Durango que fueron electos al CC, en el mismo Congreso del 2010 en que también entraron como “flamantes” miembros del CC los firmantes, no se fueron ni se han ido al PRD. La mayoría también son jóvenes compañeros y compañeras, con muy poca experiencia política, que enfrentaron una difícil situación en Durango que los excedió. El caso, del cual no deberían burlarse los compañeros, demuestra lo contrario de lo que quieren probar. Por su posición crítica al PRD y MORENA los compañeros no pudieron nunca participar en la campaña electoral del 2012. Lo discutimos con ellos pero el hecho de que el Senador Gonzalo Yáñez, del PT, fuera el responsable de MORENA en Durango dificultó más su participación. En el Congreso previo, el extraordinario del 2009, participaron como observadores invitados, sin ser parte del PRT, compañeros de CoCoPo de Durango. Aunque participaron electoralmente con el PRD en las elecciones locales del 2009, los compañeros de CoCoPo entraron a la OPT y fueron parte activa en el Congreso de fundación de la OPT en 2011. En ningún caso se promovió el que compañeros entraran al PRD ni sucedió que alguien se fuera al PRD. Al Congreso extraordinario del 2009, efectivamente llegaron varios compañeros que venían del PRD acercándose al PRT. O sea al revés de lo que dicen los compañeros. El caso más notable fue el del camarada Daniel Salazar que efectivamente se reintegró formalmente al PRT para el Congreso del 2010. O sea esos ejemplos ofrecidos por Max, Samuel y Baut son falsos.
 

Tampoco es cierto que el acuerdo hecho con el FAP en 2008, incluyera al PRD. En el momento de la denuncia que hizo AMLO del papel jugado por el PRD en la lucha por la defensa del petróleo en que incluso llamó “palero” al PRD, pareció haber un momento en que rompería ya con el PRD (como finalmente lo hizo hasta el 2012) y el Frente Amplio Progresista con la participación ya solamente del PT y de Convergencia suscribió acuerdos con partidos y organizaciones sin registro como el PRT.

 

El intento duró poco porque el PRD, junto con el PRI y el PAN, reformaron la ley electoral para impedir que se registraran nuevos partidos políticos antes de las elecciones del 2012, lo que llevó a AMLO a rehacer su relación con el PRD para tener plataforma legal para ser candidato en el 2012 y aceptar la reestructuración de la coalición, ahora como DIA, coordinada por Camacho Solís y que no incluyera ya a organizaciones sin registro. La frase que los renunciantes ponen entre comillas, como si fuera una declaración del PRT, es injuriosa en su intención porque no es tomada de ningún documento del PRT sino de un clisé usado por los grupos sectarios que atacan al PRT al afirmar que entramos al FAP por la “urgencia de no perder esos espacios tan vitales y necesarios para la lucha” o por candidaturas.
 

La diferencia política en la evaluación y el balance.

 

Las tergiversaciones anteriormente señaladas buscan justificar las diferencias políticas que efectivamente desarrollaron los compañeros. Para supuestamente comprobar sus diferencias en la realidad ofrecen ejemplos tergiversando hechos. Lo anterior no quiere decir, sin embargo, que no haya habido diferencias políticas aunque éstas hayan estado más bien alimentadas de desconfianza y dudas con respecto a la línea del partido mas que en la propuesta de una línea alternativa.

 

A grosso modo los compañeros resumen válidamente la orientación aprobada en el XII Congreso Nacional del PRT al decir que “decidió adoptar como línea estratégica dos vías de intervención en el movimiento social. La primera a través de la intervención en el movimiento cívico-electoral dirigido por López Obrador y la segunda a través del movimiento de resistencia impulsado por el Sindicato Mexicano de Electricistas y su idea de formar una organización política. Ambas alternativas se empujaron con la intención de construir fuerzas políticas capaces de disputar la conducción de nuestro país. Al mismo tiempo, estas dos vías tenían como horizonte la construcción del PRT como alternativa socialista y revolucionaria”. Al resumir así la orientación aprobada en el Congreso del PRT, los compañeros no la cuestionan, como no la cuestionaron ofreciendo otra alternativa en el propio Congreso.
 

Pero admitiendo como válida esa orientación consideran que hubo una “sobrevaloración del proceso electoral” porque pensamos que podía “estimular, cohesionar políticamente” una lucha contra el régimen oligárquico. Efectivamente, en la realidad ocurrió -como previó nuestro Congreso- que con el pretexto, con el motivo del proceso electoral y la polarización social que abrió (entre dos grandes bloques) se generó una oportunidad no vista antes para el cuestionamiento del régimen de la oligarquía neoliberal. El movimiento estudiantil #yosoy132 demostró precisamente que el hartazgo político y social contra esa oligarquía y el rechazo al regreso del PRI era tan amplio que iba más allá de la campaña electoral de AMLO por lo que correctamente afirmaba que era un movimiento apartidista pero que no era apolítico, que sí tomaba posición claramente contra el PRI y luego contra la imposición de Peña Nieto. No somos nosotros quienes decimos que una campaña electoral en sí misma puede realizar un cambio de régimen. Desde el XII Congreso afirmamos que nuestro cálculo sobre el proceso electoral y por qué apoyar a AMLO era de tipo político y no electoral. Y efectivamente en el marco del proceso electoral, se generó un movimiento político contra el PRI y la imposición que no era simplemente una campaña electoral. De hecho, el reclamo de anulación de la elección presidencial no es ya una campaña electoral sino un cuestionamiento político al sistema electoral. Es diferente incluso al reconocimiento de un “gobierno legítimo” como en el 2006 pues acá se trataba de anular toda la elección presidencial. Tan se generó la situación que previmos que por eso decimos que AMLO desperdició la oportunidad histórica de esa confrontación con el régimen al abandonar la lucha y movilización contra la imposición y limitarse a la construcción de MORENA como partido. Contradictoriamente con su discurso sobre las desconfianzas con respecto al electoralismo, los compañeros reconocen que sí se generó esa situación, que sí había esa posibilidad y oportunidad, cuando afirman “confrontación que diera paso a un cambio de régimen, situación que en la práctica no sucedió pues Obrador, como Cárdenas en 1988, traicionó y abandonó cualquier tentativa de movilización abierta y directa contra el régimen para dar esperanzas en las instituciones del Estado a través de hacer oficial a MORENA como partido electoral”.

¿Por qué los compañeros se sienten traicionados por AMLO en la lucha contra el régimen cuando éste abandona la movilización? Precisamente porque sí se habían creado las condiciones para tal confrontación, como previmos desde el Congreso. Pero -como señalamos en el Congreso (releer toda la resolución en el sitio del PRT: www.prt.org.mx)- si creadas las condiciones para la confrontación ésta no se daba o no llegaba a todas sus consecuencias, ya no dependía exclusivamente del PRT por la obvia relación de fuerzas. Y la dinámica de la confrontación posible dependía mucho de la posición que adoptaran AMLO y MORENA. Por eso, como señaló el balance del CC del PRT después de las elecciones (ver en el sitio web “Tesis y resolutivos del CC del PRT del 29 de septiembre de 2012), el abandono de la lucha y movilización contra la imposición por parte de AMLO debilitó en grado extremo a la Convención Nacional Contra la Imposición y al 132, pues no implica una “sobrevaloración del proceso electoral” reconocer que esa ausencia era decisiva para el futuro del movimiento, tanto que los compañeros se sienten justamente traicionados por AMLO. No es que sobrevaloren el proceso electoral pero aprecian en su justo término el peso -y por tanto la ausencia- de AMLO y lo que representa con sus 16 millones de votos por el “cambio verdadero” en la lucha contra la imposición.

 

Por eso es que muchos compañeros en el movimiento se sienten traicionados, otros frustrados, otros empiezan a hacer eco a las posiciones abstencionistas y sectarias que se oponían a la participación electoral con verdades de perogrullo sobre las elecciones y la revolución, pero otros también haciendo eco a las posiciones ultras y de los que proponen rechazar la participación política y la construcción de partido. Efectivamente la responsabilidad de AMLO en lo que puede ocurrir ahora es muy grande por la desmoralización expresada de diversas formas, desde posiciones ultras hasta posiciones cínicas y conciliadoras como las del PRD, pero pasando también por los que ante las dificultades que hay en la nueva situación se cansan, se desesperan y abandonan el largo y pesado camino de la lucha política y la construcción partidaria. Por el contrario, para nosotros, es el momento de responder a esas tendencias y clima de desmoralización que alimenta también posiciones sectarias y ultraizquierdistas y no ceder a esas posiciones y presiones para no ser “impopulares” en algunos medios. A pesar de lo ocurrido y precisamente por lo ocurrido, reivindicamos con más fuerza la necesidad de la acción política, la acción política de masas y no la acción minoritaria violenta. La lucha política en todos los terrenos construyendo alternativa partidaria de clase y en la perspectiva de la izquierda revolucionaria. Los compañeros firmantes también saben que desde la OPT igualmente redactamos el texto que criticaba a AMLO y MORENA por no llamar a la movilización contra la imposición.
 

Los compañeros se preguntan “¿la línea política de apoyo irrestricto a AMLO era la única posible para la coyuntura electoral?” El planteamiento tiene dos dimensiones: tergiversa diciendo que nuestra línea era de apoyo irrestricto, por un lado y por otro, al reconocer que esa línea se originó desde el Congreso de 2010, se comprueba que frente a ella nunca ofrecieron una alternativa que les permita responder a su propia pregunta. No hubo tal apoyo irrestricto, como lo muestran tanto las resoluciones adoptadas por el partido como por la práctica durante la campaña electoral. En el resumen que hacen al principio de la línea del PRT y que ya citamos, se plantean desde el inicio dos vías en nuestra participación.

 

Por un lado, la campaña de MORENA por la dinámica hacia una posible confrontación política y por el otro el respaldo a la iniciativa de los dirigentes del SME hacia lo que sería la OPT como nuestro espacio natural partidario, de clase. En cuanto a la relación con MORENA y su campaña, nuestros planteamientos van desde la crítica al proyecto alternativo de nación, hasta los planteamientos que apoyamos en la preparación y realización de foros de discusión de MORENA sobre derechos humanos, juventud y mujeres. En la práctica, también fue evidente nuestra participación de apoyo crítico a MORENA y su campaña, relevantemente en Guadalajara, Puebla, Monterrey, Tlalpan, Metepec o en la participación por medio de la OPT en Ciudad juárez, Chihuahua, Hermosillo, así como en el apoyo a la candidatura del compañero Martín Esparza, dirigente del SME, finalmente solo registrado en las listas del PT, en la circunscripción del centro del país, después del acuerdo electoral hecho por la OPT con AMLO en diciembre del 2011. Al momento de la definición de AMLO de buscar el registro de MORENA como partido, en esos lugares el deslinde hecho por nosotros a favor de la OPT fue la continuación de la orientación del partido en la nueva situación. La decisión de Vladimir en Colima en noviembre del 2012 es contradictoria con la orientación que él mismo apoyó como parte de la brigada en Guadalajara y su posición sobre la campaña en Colima hasta la elección y representa un giro impresionista decidido en forma personal y concientemente contra la decisión del PRT. Todavía más, además de las resoluciones explícitas del Congreso del 2010, en la conferencia electoral del PRT de mayo de 2012, antes de que AMLO hiciera público su propuesta de registro legal, la resolución del PRT es puntual al decir que si después de las votaciones se convoca a conformar MORENA como partido, no es ése nuestro espacio partidario, sino el espacio natural para nosotros, un espacio de clase, como lo es el proyecto de un partido amplio de trabajadores representado por la OPT (ver “Las elecciones presidenciales del 2012. La necesidad y la dificultad de un cambio de régimen”, mayo del 2012).
 

Pero sin conceder que la línea del PRT fuera de apoyo irrestricto, los compañeros intentan responder a su propia pregunta, presentando su propia contradicción y limitación. De nuevo, dice la pregunta “la línea política de apoyo irrestricto a AMLO era la única posible para la coyuntura electoral?” La nuestra, como ya dijimos, no era una línea de apoyo irrestricto, pero sí fue de apoyar la candidatura de AMLO por las razones políticas (no electorales) que dijimos desde 2010.

 

¿Presentaron los compañeros una propuesta alternativa, además de los señalamientos de desconfianza hacia las elecciones e instituciones electorales y a partidos como el PRD? No; nunca presentaron propuesta alternativa. No estaban obligados pero su ausencia de alternativas habría de hacerles más modestos en sus señalamientos críticos. Responder a la pregunta sobre la alternativa diciendo lo que el nuevo movimiento estudiantil #yosoy 132 representó en la coyuntura no es suficiente. Porque no se trataba de una alternativa a la línea del PRT. Porque se trataba del surgimiento de un movimiento social, el movimiento estudiantil 132 y no de una alternativa partidaria. Y sobre todo porque, efectivamente, coincidíamos y apoyábamos la dinámica del 132 que claramente insistió en que no era un movimiento apolítico, aunque como movimiento social fuera obviamente apartidista, y que por tanto llamaba a luchar contra el regreso del PRI y luego, después de las votaciones, contra la imposición de Peña Nieto. A diferencia del 2006 en que se criticaba a AMLO porque contaba especialmente con el apoyo de personas de la tercera edad, en 2012, al mismo tiempo que se decía que Peña Nieto tuvo el voto, aunque fuera chantajeado, de la gente más pobre y en miseria, AMLO tuvo relevantemente el voto de la juventud ilustrada, es decir de los estudiantes. Esto último sobre todo por el importante papel político jugado por el 132, surgido en mayo, poco antes de las elecciones. Por eso, no es casualidad que en las masivas asambleas estudiantiles del 132, antes de las elecciones, las posiciones de los grupos sectarios y abstencionistas, nunca tuvieron eco ni lograron contar con voceros ya que la posición mayoritaria –y masiva en ese momento- del 132 era muy clara contra el PRI y Peña Nieto y por tanto a favor de la participación electoral, aunque fuera muy crítico de las instituciones electorales, como lo mostró al lograr imponer un nuevo debate televisivo entre los candidatos presidenciales. Para potenciar estas posiciones en forma coordinada habría sido importante que Max y Samuel hubieran aceptado reunirse y coordinarse con los demás militantes y simpatizantes del PRT participando en el 132 y no continuar su alejamiento del PRT que hoy formalizan con su renuncia (aunque en la discusión de su carta en el CP dieron a entender que consideraban haber tenido una “licencia” o “receso” que nunca formalizaron).
 

La falta de una alternativa a la línea del partido -que no fueran los señalamientos de dudas y desconfianzas- es clara cuando dicen en su texto: “Comprendemos que ante la crítica situación del país era necesario votar contra el PRI y el PAN para intentar frenar la embestida en que nos encontramos, lo cual, de ninguna manera, implicaba sembrar esperanzas, tanto internas como en lo externo, en donde no existen”.
 

Los problemas de organización.
 

Las dudas en cuanto a la línea política pueden ser fortalecidas como argumento para explicar la renuncia con las quejas sobre los problemas de organización que, efectivamente, tenemos. Es curioso que de entrada se comparta una visión conservadora que piensa que todo tiempo pasado fue mejor, típico de quienes añoran el “viejo PRT” en realidad el de la época de la legalidad. Dicen los compañeros en su carta, queriendo ubicar el momento en que se inicia este problema, lo siguiente: “Es precisamente esta dinámica de desorganización la que ha provocado que el Partido atraviese un periodo de desestructuración durante los últimos años, contrastando el periodo de antelación a los congresos extraordinario y ordinario de 2009 y 2010 respectivamente. Desde el cual, el partido vive una situación lamentable en términos organizativos que le ha impedido mantener propaganda continua”. En realidad, en términos históricos es al revés lo que ha ocurrido. Camaradas nuevos en el partido, los que llegaron al PRT entre 2009 y 2010, como los “flamantes electos al CC” que dicen ellos, pueden llevarse una imagen equivocada si analizan al PRT solo a partir de que ellos llegaron, como si ahí hubiera empezado la historia. En realidad, a partir de los congresos del 2009 y 2010 empieza un proceso de reposicionamiento y relanzamiento del PRT por las nuevas circunstancias políticas que fueron analizadas en el Congreso extraordinario del 2009 y que están recogidas en el texto denominado “Una nueva oportunidad en la construcción de un partido revolucionario” (leer el texto en el sitio web del PRT o en la revista Desde los 4 Puntos número 58, diciembre del 2009) que hace el balance de los 20 años previos de la izquierda en México en el difícil periodo abierto con la caída del Muro de Berlín en 1989 y el surgimiento del cardenismo organizado en el PRD también ese año, pretendiendo presentarse como la única izquierda en México. Además de las implicaciones políticas que tuvo ese largo periodo, en el terreno de la organización partidaria ocasionó un gran debilitamiento y desestructuración como parte del precio que el PRT pagó para lograr mantenerse como una referencia política e ideológica. Logramos mantener la continuidad como referencia política pero el efecto en la organización fue muy grande.
 

Contra lo que piensan los compañeros, no es a partir del 2009 y 2010 que empieza la desorganización, “contrastando el periodo de antelación a los congresos” sino al revés. Con la excepción de la publicación de Bandera socialista que sí tenía una cierta regularidad (como ellos señalan de algún modo al hablar de la propaganda continua) antes de los congresos mencionados, en realidad la desorganización era mayor previamente y es a partir de entonces que hemos empezado un lento, complicado y desigual proceso de organización. Empujar este proceso de reorganización ha sido una de las tareas del “flamante CC” surgido entonces y que indudablemente le ha costado mucho trabajo superar en varios aspectos pero que no debe llevar a desesperarnos y tirar la toalla o politizar como un problema de voluntad u orientación, como se puede sugerir al ligarlo con aspectos democráticos.

 

Por ejemplo, la queja sobre el uso de correos electrónicos y páginas del partido que en la época del internet y sus alcances horizontales y democráticos es infundado, como lo muestra, por ejemplo, el hecho mismo de que antes de que se diera a conocer esta declaración del CP, los compañeros ya han circulado por correo electrónico y facebook su carta de renuncia usando direcciones y sitios electrónicos de militantes del partido al que todos tenemos acceso. Es curiosa la mención a la dificultad que hemos tenido de mantener la publicación impresa de un boletín interno más allá de los periodos de preparación de congresos o conferencias, cuando el camarada Diego estaba encargado de organizar la publicación del boletín interno (impreso y digital según el proyecto que presentó al CP ) Tarea para la que, por cierto, se autopropuso (para lo cual no publicó un solo ejemplar) y que hoy se critica como si la falta de boletín interno regular fuera resultado de una decisión política.
 

También se equivocan al decir que el partido “no cuenta con programa, principios y estatutos vigente desde hace 15 años! (los últimos generados para poder registrarse ante las autoridades electorales del país)” El PRT tiene esos documentos básicos como definiciones vigentes, además de las resoluciones de Congresos y sesiones del Comité Central aprobadas en estos años, al igual que resoluciones de la Internacional (porque la distinción de programa, principios y estatutos como “documentos básicos” que hacen los compañeros es un criterio estrictamente de la legislación electoral vigente en México y nosotros le damos una definición a nuestro programa más amplia e histórica, como hace el leninismo y no referida a un solo texto que así se llame, de acuerdo al COFIPE).

 

Los textos a que hacen referencia los compañeros efectivamente fueron aprobados (en realidad reformados y actualizados usando como antecedentes los que vienen desde elcongreso de fundación de 1976) en el congreso del PRT de 1996. Nofueron “generados” para poder registrarse ante las autoridades electorales del país, como sabe quien recuerde los momentos en que tuvimos reconocimiento legal (solamente de 1981 a 1991) u otros momentos en que hubiéramos reclamado tal derecho, aunque, como dice el prefacio de los mismos, incluyen formulaciones heredadas de anteriores ediciones con las exigencias legales. Desde el pasado Congreso se ha planteado la conveniencia de iniciar un proceso de actualización de esos documentos básicos, pero eso no quiere decir que no sean reconocidos como vigentes.
 

En relación a la elección de la delegación del PRT al XVI Congreso Mundial de febrero del 2010 sorprende la oportunidad con que se presenta esta crítica (4 años después). El Comité Central del PRT de diciembre del 2009 discutió y aprobó en su momento resolver en sesión del CC y no de congreso, que no teníamos en ese momento condiciones para realizar, la elección de delegados. Elegir a los delegados en el CC y no en Congreso es una opción reconocida por la Internacional. Este acuerdo y los criterios con que se hizo fueron discutidos y votados en esa sesión del 2009 y ninguno de los tres camaradas firmantes se opusieron o propusieron otro mecanismo. Incluso, como puede verse al final de la carta, Samuel firma orgullosamente como “delegado al XVI Congreso Mundial de la IV Internacional”, porque él mismo, es cierto, fue electo por el CC de diciembre de 2009, sin proponer en ese momento otro criterio.
 

Al tratar de politizar su renuncia con los aspectos de organización, hacen la afirmación temeraria de que “el déficit de la vida democrática del partido hace imposible -y claramente indeseable para muchos a lo interno- la formación de una tendencia”. Aunque se pueda hablar de deficiencias y problemas organizativos en el PRT, no pueden hablar los compañeros de un “déficit democrático” como si no hubieran ejercido sus derechos democráticos de disentir y discutir -aunque no tuvieran generalmente alternativas, sino dudas o temores- durante su periodo en el PRT.
 

Los tres camaradas firmantes de la renuncia presentaron un texto común al XII Congreso ordinario del PRT, congreso en el que fueron electos al CC. En una sesión posterior del CC dos de ellos presentaron también su propio documento. En el reciente CC de septiembre presentaron otro documento común, en el que llamaban a votar contra un proyecto de tesis del CC que no estaba terminado pues estaba en proceso de discusión y resolución, con propuestas de enmiendas en curso. En todas las ocasiones que pidieron tiempos especiales de exposición en esas instancias lo tuvieron e incluso en reuniones del partido del DF convocadas para explicar las posiciones del CC se les dio también el tiempo especial para explicar sus votos en contra. Prácticamente, funcionaban como una tendencia no declarada incluso intentando convencer a otros camaradas para apoyar sus textos y posiciones.
 

En contraste con el amplio ejercicio de sus derechos a criticar y disentir, el compromiso militante de los camaradas ha sido irregular, especialmente de Max y Samuel. Ese es el verdadero déficit. Dejaron de participar en las sesiones del Comité Central. Samuel electo en el Congreso de 2010 no solamente al CC, sino inmediatamente después al CP, después de algunos meses renunció a seguir en el CP. En el CC de septiembre del 2012, los tres compañeros fueron propuestos al CP y solamente Diego (que recién había regresado de Francia) aceptó participar. Durante el periodo álgido del movimiento soy132 Max y Samuel declinaron participar en reuniones de coordinación con otros camaradas del PRT que participaran en el movimiento. Tampoco participaron en sesiones del CP o CC que discutieran la situación del movimiento, con la excepción de una ocasión.

 

Finalmente, las opiniones  políticas expresadas por los camaradas no contienen diferencias de principios  que justifiquen  su ruptura. Y tienen cabida en el marco del partido para debatirlas, clarificarlas y resolverlas. Lamentamos  que hayan tomado la decisión de separarse. Es decir que la decisión de renunciar al partido, válida si se tiene dudas ante los problemas y dificultades por delante, sin embargo no puede atribuirse a falta de condiciones democráticas para discutir posibles diferencias. Adicionalmente, como se les señaló en la reunión del CP a donde asistieron a entregar la renuncia, lo que señalan como diferencias, que han discutido durante meses al interior del partido, además de no ser propuestas alternativas a las adoptadas por el PRT tampoco son de tal dimensión, como si fueran de principios, como para salir del PRT. Podrían seguir discutiéndolas dentro del PRT; en todo caso lo que plantearíamos es que la discusión fuera acompañada de una participación militante y comprometida con el PRT.
 

Las perspectivas.
 

Ahora bien en su análisis de la situación nacional y de las perspectivas que se pueden coludir de sus afirmaciones hay otras cuestiones  en las que discrepamos o tenemos diferencias:
 

En este  contexto,  en el país,  la oligarquía  decidió   relevar al PAN  del gobierno imponiendo  al priista Peña Nieto. Y el primero de diciembre  en  la toma de posesión  del nuevo gobierno, éste   enseño los dientes montando un clima de provocación y represión, donde los granaderos y la policía federal  colocaron  placas de acero, que abarcaron colonias de los  alrededores del Palacio Legislativo afectando  a la población vecinal, creando prácticamente un estado de sitio en un área de la ciudad; esto fue acompañado  con  la infiltración de provocadores, y  contando con  el respaldo del gobierno del DF.

La decisión política de  reprimir, fue tomada y recae plenamente  en el gobierno de Peña Nieto. Los camaradas en su carta se equivocan  al hacer solamente responsables de  los acontecimientos  al gobierno de Ebrard y a su jefe  de la policía. La decisión  y la responsabilidad  de la represión recae fundamentalmente en el gobierno priísta, los otros fueron cómplices, comparsas. Los  compañeros omiten incluir en su análisis que la política de provocación infiltrada en grupos ultras dentro del movimiento, le  hizo un favor  al gobierno entrante, facilitándole  la represión del 1º de diciembre.
 

También se equivocan cuando hablan de  “el régimen autoritario y militarista que padecemos desde hace años”. La situación política actual  no tiene estas  características. Todavía , hay un cierto margen de  vigencia de libertades democráticas;  la existencia de organizaciones en lucha, nuestra  propia existencia, la de  grupos que se reclaman socialistas o revolucionarios contando con locales públicos,  el fallo de los tribunales a favor de los derechos de los trabajadores del SME, sus movilizaciones, las movilizaciones del movimiento estudiantil, así como sus manifestaciones contra la imposición priísta, la liberación  de todos los detenidos del día 1º de diciembre, producto de la lucha por su libertad, que generó la modificación de la penalidad del artículo 362 del Código Penal del D.F. a pesar de que las investigaciones y el proceso continúen, todos estos ejemplos,   expresan  que la realidad no es la que citan los camaradas. Confunden  lo que es una tendencia  de la situación con su culminación. Y este tema no es menor, cuando la conclusión política de algunos grupos y organizaciones es que no hay posibilidad de realizar actividades políticas abiertas y de lucha política de movimientos sociales amplios, sino que optan por acciones minoritarias de confrontación directa como la única opción de lucha, descalificando a los grandes movimientos y renunciando en la práctica a dar la pelea en su seno por impulsar la conciencia de lucha anticapitalista y antineoliberal. Los camaradas , señalan  que  “ la situación exige dar continuidad  a la construcción  de una izquierda independiente anticapitalista  y revolucionaria… a partir de  valorar lo que significa  el sistema electoral  mexicano  como un mecanismo de control y subordinación política”. Esta crítica al sistema electoral que hemos sostenido, no significa abandonar la lucha por impulsar una política propia en el terreno electoral, para fortalecer el movimiento con una perspectiva de lucha clasista, socialista, democrática y antiimperialista.
 

La diferencia de evaluación con los renunciantes sobre la política seguida por el PRT con todo y su debilidad debido a la ausencia de una propuesta alternativa y su enfoque más bien al señalamiento de dudas sobre los acuerdos que se van tomando, parece continuar ahora en su carta de despedida. Aunque resumen correctamente el acuerdo sobre las “dos vías” aprobadas por el Congreso del PRT ahora expresan dudas que no tenían antes sobre la perspectiva de la OPT.
 

Para darle continuidad a sus dudas del periodo anterior advierten ahora burlonamente sobre la OPT: “el nuevo reto que el PRT acaba de asumir: hacer que la OPT, proyecto de una organización de trabajadores convocada por la corriente mayoritaria de la dirección del SME, se enraíce entre los trabajadores mexicanos...¡a través de la obtención del registro electoral y de las elecciones!”. Nuestra orientación es impulsar la construcción de la OPT como partido amplio de los trabajadores y sus organizaciones. La discusión táctica, sobre tareas como la del registro legal (lo de elecciones ni está a la vista) está subordinadas a ese objetivo.

 

Varias de las dificultades que señalan en su texto sobre esta perspectiva de la OPT, reproducidas de discusiones que tenemos en el CP, sin embargo no nos conducen nuevamente a una estéril posición de dudas y temores para enfrentar el gran reto y la oportunidad que tenemos. Finalmente en esta cuestión está centrada en mucho la diferencia de evaluación sobre la política seguida y las perspectivas que tenemos que coinciden con el señalamiento de que “una nueva oportunidad en la construcción de un partido revolucionario” se ha abierto en México.

 

Nuevamente vemos las dos opciones. Nosotros proponemos afrontar el reto. Los compañeros dicen “Aún bajo estas atenuantes, y considerando que la idea de buscar el registro en este momento no es la manera correcta de construir la OPT, consideramos su realización de una trascendencia mayúscula para la correlación de fuerzas en el país. Por ello, seguiremos de cerca su evolución”. Los militantes del PRT en cambio, no solamente ejercen su derecho a la discusión interna, sino que entendiendo el momento histórico que vivimos hacemos también un esfuerzo militante, de construcción partidaria.

 

No podemos limitarnos a la pretensión de intelectuales observadores de la realidad, a francotiradores, a críticos de lo que hacemos los militantes, desde un observatorio político que no te compromete ni te arriesga. Esperamos reencontranos en la construcción partidaria en algún momento, aunque ahora algunos compañeros que dicen compartir con nosotros el “proyecto histórico” prefieran seguir “de cerca” (pero desde fuera) la evolución de nuestros proyectos y esfuerzos.

 

México, D. F., enero del 2013.
                 

  Comité Político del PRT