Declaración del Comité Internacional de la Cuarta Internacional—28 febrero 2012

¡Solidaridad con la revolución siria!

El pueblo sirio ha vivido durante cuatro décadas bajo la represión de una oligarquía corrupta y sanguinaria. El poder es monopolizado por el Partido Baaz, bajo el control de la familia del antiguo dictador Hafez el Assad quien ha sido seguido por su hijo Bachar.

Luego del comienzo de las revoluciones en la región árabe, algunos quizás pensaron que este régimen escaparía a dicho proceso debido a su máscara de opositor al imperialismo global y al estado de Israel, y a la fuerza de su aparato represivo.

Pero el levantamiento popular ha refutado esa concepción. Por más de un año, las masas sirias se han lanzado a las calles y han resistido heroica y pacíficamente a pesar de masacres diarias que han tenido como resultado más de 10,000 muertes, varias decenas de miles de heridos y desaparecidos, y personas bajo custodia que están en peligro de muerte o de ser torturadas. Los heridos no pueden ser llevados a hospitales que se han convertido en centros de tortura y asesinato. A lo largo y lo ancho del país las fuerzas represivas han destruido cientos de viviendas y edificios públicos, y vecindarios completos, como parte de su intento de aplastar toda resistencia popular, en particular en la martirizada ciudad de Homs.

Los poderes ruso, chino e iraní han tomado partido escandalosamente con Bachar al-Assad y Putin está asegurando el apoyo militar al régimen. Sin embargo, ante la maniobras paralelas de los gobiernos de Estados Unidos y de Europa, así como de Turquía, y los reinos de Qatar y Arabia Saudita, la Cuarta Internacional afirma su oposición a cualquier tipo de intervención militar en Siria, que tendría el objetivo de asegurar los intereses de esos poderes mundiales o regionales y que supondría una catástrofe más para el pueblo sirio.

En este proceso heroico, el pueblo insurgente sirio se está organizando desde abajo, está coordinando sus iniciativas y desarrollando los medios para llevar hasta el fin su lucha por la libertad y la justicia social. Está igualmente evadiendo las maniobras de división confesional realizadas por el régimen y por algunos estados del Golfo.

Ante la terrible masacre que el pueblo sirio está sufriendo, los pueblos del mundo deben afirmar su solidaridad con su lucha por desmantelar definitivamente este régimen sanguinario. No podemos confiar en las maniobras diplomáticas de los gobiernos. Darle carácter absolutamente concreto a esta solidaridad es tarea del movimiento de los trabajadores y los movimientos democráticos, que han hecho muy poco en respuesta al llamado de ayuda del pueblo sirio. Fuerzas activistas de izquierda siria están participando en esta insurrección, por el desarrollo de la auto-organización, por una alternativa democrática, social, secular y antiimperialista que haga posible a una nueva Siria fundamentada en la igualdad política y social. La Cuarta Internacional hará todo lo que esté a su alcance para contribuir a este objetivo.

¡Abajo el régimen de los bandidos y asesinos! ¡Fuera Bachar! ¡Viva la revolución popular en Siria!